sábado, 19 de enero de 2013

Prólogo

Anochece en un día de otoño. Ella estudia frente a la ventana. Llueve. Le gusta mirar la lluvia, el cómo pequeñas gotas impactan sobre su ventana y caen, deslizándose, muy despacio. Contempa su reflejo en el cristal. Sus amigas tenían razón. Realmente es guapa. Grandes ojos castaños, tez ligeramente tostada, largo pelo castaño ondulado, un buen cuerpo, quizá un poco bajita, pero guapa al fin y al cabo.
Pero no puede seguir mirando su reflejo, tiene que concentrarse. El martes tiene un parcial de Biología y todavía no se sabe nada. Nunca ha sido muy buena estudiando.
Suena su IPhone: es Lucía.
- Estoy estudiando, ¿qué pasa?
-¡Cris!- chilla su amiga desde el otro lado.- Estoy con Bea en la biblioteca y..
- ¿Se puede saber que haces gritando en una biblioteca?.- exclama regañando a su amiga- Baja la voz, ¿no?
- Pero estoy en el pasillo, mujer- explica-. Lo que importa es que Él esta aquí. ¡Ven corriendo!
Cristina ahoga un grito. No acaba de creérselo.
- ¿Estás de coña? En cinco minutos estoy allí.
Cuelga antes de que su amiga pueda decir nada. Se calza lo más rápido posible, coge las llaves y da un portazo.
Apenas se fija en como la lluvia destroza su maquillaje. Solo piensa en él. Desde que ingresó nuevo en au instituto ha sido su amor platónico. Y hoy está dispuesta a conquistarle por fin. Pero lo que Cristina no sabe,es que ese chico que la vuelve loca, no es una persona de la que se pueda enamorar.

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